El 11 de mayo se conmemora el Día del Himno Nacional Argentino al recordarse la fecha en que la Asamblea del año XIII sancionó como "Himno" a la marcha patriótica que llevaba letra de Vicente López y Planes y música de Blas Parera.
El Himno Nacional Argentino nació como "Marcha patriótica", versión que sufrió cambios a través de su historia, tanto en su título como en su letra. Primero fue denominado "Marcha patriótica", luego "Canción patriótica nacional" y posteriormente “Canción patriótica”. Una publicación en 1847 lo llamó "Himno Nacional Argentino", nombre que conserva hasta el día de hoy.
Como la cantamos hoy
ESTROFA
¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas;
ved en trono a la noble igualdad.
¡Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los libres del mundo responden:
¡al gran pueblo argentino, salud!
CORO
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
¡o juremos con gloria morir!
El Himno Nacional Argentino nació como "Marcha patriótica", versión que sufrió cambios a través de su historia, tanto en su título como en su letra. Primero fue denominado "Marcha patriótica", luego "Canción patriótica nacional" y posteriormente “Canción patriótica”. Una publicación en 1847 lo llamó "Himno Nacional Argentino", nombre que conserva hasta el día de hoy.
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas;
ved en trono a la noble igualdad.
¡Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los libres del mundo responden:
¡al gran pueblo argentino, salud!
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos,
¡o juremos con gloria morir!
Letra completa
ESTROFA 1
¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta en la faz de la tierra
una nueva gloriosa nación.
Coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido un león.
CORO
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.
ESTROFA 2
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar.
La grandeza se anida en sus pechos
a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas,
y en sus huesos revive el ardor,
Lo que ve renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.
ESTROFA 3
Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor.
Todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra, y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel.
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.
ESTROFA 4
¿No los veis sobre México y Quito
arrojarse con saña tenaz?
¿Y cuál lloran, bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
luto, y llanto, y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?
ESTROFA 5
A vosotros se atreve argentinos
el orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.
ESTROFA 6
El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor:
El clarín de la guerra, cual trueno
en los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita unión.
Y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león.
ESTROFA 7
San José, San Lorenzo, Suipacha,
ambas Piedras, Salta y Tucumán,
la colonia y las mismas murallas
del tirano en la banda Oriental.
Son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó;
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.
ESTROFA 8
La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió.
Y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio.
Sus banderas, sus armas, se rinden
por trofeos a la libertad.
Y sobre alas de gloria alza el pueblo
trono digno a su gran majestad.
ESTROFA 9
Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín.
Y de América el nombre enseñando
Les repite, mortales, oíd:
Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud.
Y los libres del mundo responden
al gran pueblo argentino, salud.
ESTROFA 1
¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta en la faz de la tierra
una nueva gloriosa nación.
Coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido un león.
¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta en la faz de la tierra
una nueva gloriosa nación.
Coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido un león.
CORO
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.
ESTROFA 2
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar.
La grandeza se anida en sus pechos
a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas,
y en sus huesos revive el ardor,
Lo que ve renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar.
La grandeza se anida en sus pechos
a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas,
y en sus huesos revive el ardor,
Lo que ve renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.
ESTROFA 3
Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor.
Todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra, y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel.
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.
Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor.
Todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra, y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel.
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.
ESTROFA 4
¿No los veis sobre México y Quito
arrojarse con saña tenaz?
¿Y cuál lloran, bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
luto, y llanto, y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?
¿No los veis sobre México y Quito
arrojarse con saña tenaz?
¿Y cuál lloran, bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
luto, y llanto, y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?
ESTROFA 5
A vosotros se atreve argentinos
el orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.
A vosotros se atreve argentinos
el orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.
ESTROFA 6
El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor:
El clarín de la guerra, cual trueno
en los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita unión.
Y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león.
El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor:
El clarín de la guerra, cual trueno
en los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita unión.
Y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león.
ESTROFA 7
San José, San Lorenzo, Suipacha,
ambas Piedras, Salta y Tucumán,
la colonia y las mismas murallas
del tirano en la banda Oriental.
Son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó;
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.
San José, San Lorenzo, Suipacha,
ambas Piedras, Salta y Tucumán,
la colonia y las mismas murallas
del tirano en la banda Oriental.
Son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó;
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.
ESTROFA 8
La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió.
Y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio.
Sus banderas, sus armas, se rinden
por trofeos a la libertad.
Y sobre alas de gloria alza el pueblo
trono digno a su gran majestad.
La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió.
Y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio.
Sus banderas, sus armas, se rinden
por trofeos a la libertad.
Y sobre alas de gloria alza el pueblo
trono digno a su gran majestad.
ESTROFA 9
Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín.
Y de América el nombre enseñando
Les repite, mortales, oíd:
Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud.
Y los libres del mundo responden
al gran pueblo argentino, salud.
Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín.
Y de América el nombre enseñando
Les repite, mortales, oíd:
Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud.
Y los libres del mundo responden
al gran pueblo argentino, salud.
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